"Día de Muertos"
El “Día de Muertos”, es sin duda, una de las fiestas más representativas de nuestra cultura, tiene una significación que rebasa el mero festejo a nuestros difuntos. El más allá en un diálogo con la otra vida, es el reencuentro con un ritual que convoca a la memoria. Es una comunicación donde los muertos son nuestra raíz, nuestra savia, nuestro equilibrio aquí en la tierra y en el cosmos.
La festividad del día de los muertos se divide en dos partes, la primera el día de todos los santos (los niños) celebrada el 1 de Noviembre y la del día de los muertos del día 2 de Noviembre (adultos).
Para recibir a nuestros muertos se elige el lugar “más importante en el hogar” (no dónde haya espacio), se instala un “altar” donde es colocará la “ofrenda“. Existen demasiadas versiones de que debe integrar un altar y su ofrenda, sobre todo en el significado de sus elementos, sin embargo entre los elementos que no deben faltar en una ofrenda se encuentran los siguientes:
Veladoras: Son la guía para las ánimas en su largo viaje, anteriormente se usa trozos de ocote.
Copal: Ofrecido por los indígenas a sus dioses Es el elemento que sublima la oración o alabanza. Fragancia de reverencia. Se utiliza para limpiar al lugar de los malos espíritus y así el alma pueda entrar a su casa sin ningún peligro.
Agua: La fuente de la vida, se ofrece a las ánimas para que mitiguen su sed después de su largo recorrido y para que fortalezcan su regreso. En algunas culturas simboliza la pureza del alma.
Sal: Elemento de purificación, sirve para que el cuerpo no se corrompa.
Flores: Símbolo de festividad, adornan y aromatizan el lugar durante la estancia del ánima.
Pan: Como el alimento más preciado.
Fruta: Simbólicamente expresan que estamos sujetos a un constante devenir entre ciclos de nacimiento, vida, muerte y renacimiento. De la tierra fuimos formados y a ella somos reintegrados.
Maíz y comida: Con el objeto de deleitar al ánima que nos visita.
Complementos: papel picado, licor, petate, imagen de Xoloescuintle, retratos, calaveras de azúcar, calabaza, etc.
Es importante saber que esta es una fiesta religiosa prehispánica, la cual fue modificada por los españoles como muchas otras celebraciones, convirtiéndola o dándole un enfoque cristiano. Por eso ahora dentro de los elementos que debe llevar una ofrenda, según la tradición, se encuentran; una cruz de ceniza, un rosario, una imagen de las ánimas del purgatorio, imágenes de santos, etc. Lo cual en mi opinión no debería ser, si queremos rescatar nuestras tradiciones o mantenerlas en su forma autentica, no traten de mezclar esta fiesta con la religión cristiana, no se puede, son antagónicas. Si sabemos el verdadero significado que la ofrenda tenía para nuestros ancestros, veremos que no es más que paganismo. Pero eso sí algo sagrado, solemne, lleno de misticismo y espiritualidad...
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